Las elecciones europeas de 2014 llegaron en el peor momento para la UE: crisis económica y del euro, con Grecia al borde del precipicio, paro del 24% en España y las sanciones de Occidente a Rusia por Crimea y el este de Ucrania. Ya solo el récord negativo de participación, 42,6%, suponía un serio aviso al futuro a medio plazo de la UE, pero las victorias de partidos euroescépticos en dos de las principales economías de la Unión, el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) y el Frente Nacional francés, anunciaron el cambiante orden mundial liderado por partidos nacional-populistas que llegaría unos años más tarde. Un lustro después, en un contexto de crecimiento de las principales potencias, las amenazas al statu quo europeo ya no son meramente económicas sino apuntan directamente a los propios valores europeístas. La abstención de los votantes más jóvenes facilitaron las inesperadas victorias de los partidarios del Brexit, en Reino Unido, y de Donald Trump, en Estados Unidos, y por primera vez un gobierno de marcado carácter euroescéptico -Movimiento 5 Estrellas y la Liga, en Italia- se encuentra a los mandos de un Estado signatario de los Tratados de Roma que dieron origen a la Unión Europea.
A falta de medio año para los comicios, la oficina del Parlamento Europeo en Madrid ha presentado la campaña ciudadana #estavezvoto para apelar especialmente a los menores de 30 año a movilizarse para aumentar la participación en nuestro país. #estavezvoto busca convencer a nivel de calle a gente a la que el Parlamento no suele llegar