«Hoy la Unión Europea ha acordado un paquete de medidas restrictivas adicionales significativas que se centran en los intercambios con la Federación Rusa y en ámbitos sectoriales de cooperación. Estas decisiones limitarán el acceso de las instituciones financieras propiedad del Estado ruso a los mercados de capitales de la UE, impondrán un embargo sobre el comercio de armas, establecerán una prohibición de exportación de productos de doble uso que puedan ser utilizados para fines militares, y restringirá el acceso de Rusia a las tecnologías sensibles en particular en el sector petrolero.
Este paquete refuerza las medidas recientemente reforzadas, a las que han sido sometidas personas y entidades que socavan la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, incluyendo los llamados «círculos íntimos» (del poder ruso), la suspensión de la financiación por el Banco Europeo de Inversiones y por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo , la restricciones impuestas a las inversiones y el comercio con Crimea y Sebastopol y la re-evaluación de la cooperación bilateral entre la UE y Rusia (con el fin de reducir el nivel de la misma).
Estas medidas siguen las instrucciones dadas por el Consejo Europeo (los jefes de Gobierno y de Estado de la UE) del pasado 16 de julio. Son una fuerte advertencia: la anexión ilegal de un territorio y la desestabilización deliberada de un país soberano vecino, Ucrania, no puede ser aceptada en la Europa del siglo XXI. Por otra parte, cuando la violencia crea espirales fuera de control y causa la muerte a casi 300 civiles inocentes del vuelo MH17 que viajaban de los Países Bajos a Malasia, la situación requiere una respuesta urgente y decidida. La Unión Europea va a cumplir con su obligación de proteger y garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Y la Unión Europea estará al lado de sus vecinos y socios.
Desde el comienzo de la crisis de Ucrania, la Unión Europea ha pedido a las autoridades rusas que trabajen en pro de una solución pacífica. Lo hemos hecho colectivamente y de forma bilateral. Lamentamos tener que decir que, a pesar de algunos mensajes contradictorios procedentes de Moscú y de las conversaciones mantenidas en Normandía (en junio) y otros momentos, pocos compromisos han sido asumidos. Nuestro llamamiento ha caído en oídos sordos. Armas y combatientes continúan fluyendo hacia Ucrania desde la Federación de Rusia. Una fuerte propaganda nacionalista patrocinada por el Estado Ruso continúa apoyando las acciones ilegales de los separatistas armados. Hemos sido testigos, con ira y la frustración, de los retrasos en el acceso internacional al sitio del accidente aéreo del vuelo MH17, la manipulación de los restos del avión, y de los cuerpos de los fallecidos.
La Federación Rusa y la Unión Europea tienen importantes intereses comunes. Ambos se beneficiarían mucho mucho de un diálogo abierto y franco , del aumento de la cooperación y de los intercambios. Pero no podemos seguir por este camino después de que se haya anexionado ilegalmente Crimea, y después de que Federación de Rusia apoyase la revuelta armada en el este de Ucrania, desatando una violencia que mata a civiles inocentes.
El paquete de medidas restrictivas nuevas acordado hoy por la Unión Europea constituye una poderosa señal a los dirigentes de la Federación de Rusia: la desestabilización de Ucrania, o de cualquier otro Estado vecino de Europa del Este, traerá grandes costes para su economía. Rusia se encuentra cada vez más aislada por sus propias acciones. La Unión Europea sigue estando dispuesta a revertir sus decisiones y restablecer el diálogo con Rusia en cuanto empiece a contribuir de forma activa y sin ambigüedades a la búsqueda de una solución a la crisis de Ucrania.
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