Amnistía Internacional alerta de que sólo 8 de 31 países europeos tienen en su legislación definiciones de la violación basadas en el consentimiento, y que la gran mayoría la reconocen cuando existe violencia física, amenaza o coacción.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género, AI informa de que en un análisis de las leyes sobre violación en 31 países, que hay una «legislación defectuosa y una peligrosa cultura de culpar a la víctima, lo que está perpetuando la impunidad en toda Europa». De los 31 países europeos tratados, sólo Irlanda, Reino Unido, Bélgica, Chipre, Alemania, Islandia, Luxemburgo y Suecia definen la violación como sexo sin consentimiento.
Según el estudio, Suecia cambió la legislación hace sólo unos meses, en respuesta a años de campaña de AI y otras entidades, y España, Portugal y Dinamarca pueden ser los próximos en modificar sus leyes, conforme a lo declarado por sus gobernantes. Para AI, resulta «inquietante» que algunos países clasifiquen el sexo sin consentimiento como un delito aparte, más leve, pues transmiten a la población un «enérgico» mensaje de que la «violación real» sólo se produce cuando se utiliza la violencia física.
AI cita a Croacia, donde las «relaciones sexuales sin consentimiento» acarrean una pena máxima de cinco años, frente a los diez años con los que se castiga la violación.
Asimismo, expone que en algunos países, las leyes sobre violación y violencia sexual aún se enmarcan en términos de delitos relativos al «honor» o la «moralidad», y cita como ejemplo que en Malta los delitos sexuales entran en el capítulo de «delitos que afectan al buen orden de las familias».